INIA Aurus Dactylis
Ideal para praderas de larga duración en ambientes de menor potencial
- Tardía
- Más de 3 años
características
- Floración tardía
- Hábito intermedio
- Más macollos que INIA Le Oberón
- Excelente sanidad foliar
- Producción destacada en verano y otoño
- Densidad 10 a 12 kg/ha
- Ploidía 25/10
Combinaciones posibles
Aquiles
INIA Antares
Goliath
Rigel
Larrañaga
Aguapé
Estanzuela Chaná
ACA 605
ACA 903
Monarca SP Inta
Victoria SP INTA
Crioula
INIA Aurus fue obtenido en La Estanzuela luego de cuatro ciclos de selección sobre un pool genético de materiales franceses y el cultivar INIA LE Oberón. Estos cruzamientos son los que le confieren su hábito de crecimiento intermedio, ciclo más tardío y mayor producción de macollos que INIA LE Oberón, que es de hábito semierecto.
A su vez, en comparación con este último, INIA Aurus presenta mayores rendimientos a partir del segundo año y especialmente en el tercer año; y en su distribución estacional de forraje, las diferencias productivas se expresan principalmente en verano y otoño donde alarga la estación de crecimiento de la primavera hacia el verano.
Algunas recomendaciones
Se adapta a un amplio rango de suelos desde arenosos a pesados aunque su mejor performance se obtiene en suelos de texturas medias y permeables. Es poco tolerante a excesos hídricos por lo que no debe utilizarse en suelos húmedos mal drenados. Tiene buena resistencia a la sequía y en veranos secos se destaca netamente de las otras gramíneas perennes. Es menos exigente en fertilidad y humedad que festuca y raigrás perenne. Requiere siembra superficial (0.5-1 cm). Se asocia muy bien con las leguminosas en general, en particular con alfalfa, trébol rojo, trébol blanco y lotus, admitiendo incluso siembras asociadas con cereales y otras gramíneas. Esto se debe a su hábito de crecimiento, que otorga un mayor espacio entre surco para el desarrollo de otras especies. Tolera muy bien la sombra Su mayor rendimiento se obtiene con pastoreos rotativos no muy intensos, dejando rastrojos de 5 cm. Pastoreos continuos e intensos especialmente en verano reducen su persistencia. En otoño se debe permitir que la pastura crezca y reponga reservas. Se deben evitar los manejos aliviados que forman matas que se endurecen, especialmente en primavera durante la encañazón. Es más susceptible que festuca al daño por pisoteo.